El Capea ,una lección de toreria .Recuerda que lo primero es poderle al toro. Después…lo demás

El Capea ,una lección de toreria .Recuerda que lo primero es poderle al toro. Después…lo demás

El maestro Pedro Moya «El capea» que el año pasado toreó tras años de retiro una corrida en Salamanca, ha ofrecido una lección de toreria en el club «Cocherito de Bilbao » institución que lleva 100 años difundiendo la fiesta.

Desde su debut como novillero en Vista Alegre en 1970, con diecisiete años, hasta su despedida en 1991, pisó nuestro coso en 51 tardes, cortando un total de 26 orejas. Su inteligencia natural para ver las cualidades del toro sorprendió a la afición bilbaína desde sus inicios, quien le acogió como torero local y comenzó así su gran vinculación con el Botxo.

Iñigo Crespo ha contado en su crónica :

El Maestro afirmó sentirse: “Belmontista como pude demostrar con mi toreo de la última época, ahí fue donde afloró el verdadero torero que yo llevaba dentro. Ahí pude torear con ese poso y esa estética que antes no pude desarrollar por la necesidad imperiosa de triunfar y resistir”

En el acto que se prolongó por espacio de más de dos horas y unos salones del Club Cocherito llenos hasta la bandera, Capea recordó que toda su carrera estuvo en manos de los mismos apoderados: José Antonio y Javier Chopera. Reconoció que en el toreo es fundamental: “Tener una amplia intuición en todos los aspectos”; Contó cómo se fraguó la tarde de los seis ‘Victorinos’ de Madrid, una tarde épica, una página escrita con letras de oro en la historia del toreo y cómo tras ese triunfo tomó la decisión de retirarse para volver tres años después con el reconocimiento, la categoría y la grandeza ganada aquella tarde en Las Ventas.

Bilbao fue la plaza que me lanzó, siempre llevé a gala ser Torero de Bilbao; Con la afición de Málaga tuve una relación especial, fue la plaza que me sostuvo siempre, tanto cuando estuve arriba, como cuando estuve abajo. Nunca falté a su feria. México fue impresionante para Niño de la Capea, la tarde de mi despedida se me saltaban las lágrimas; De Sevilla puedo hablar poco porque no toree mucho pero guardo buenos recuerdos y me respetaban. Y en Madrid es verdad que me costó entrar pero siempre me respetaron y siempre sentí el reconocimiento de su afición”, recordó Capea quien también reconoció que Salamanca“Fue muy dura para mí, me sentí más envidiado que admirado, pero los mismos que me criticaban luego iban a la plaza a verme y llenaban hasta arriba La Glorieta”. 

Una delicia escuchar al maestro Capea“Tuve la suerte de torear con tres y hasta con cuatro generaciones de toreros. Con Camino, Luis Miguel, Bienvenida, Manzanares, Galloso, Palomo, Dámaso, Teruel, Ruiz Miguel, los Campuzano, Robles, Ojeda, Espartaco, Ortega, Roberto y otros muchos; Aquella competencia era una bendición del cielo. De todos aprendí muchas cosas y todos me motivaron a ser cada día mejor torero”, recordó antes de desgranar su convencimiento: “El toreo primero y por encima de todo es dominio del toro, conocerle y poderle. Tras el dominio viene la elegancia y la estética. Pero ponerte allí bonito cuando esta el toro sin dominar, es una temeridad”. 

Respondió a todas las preguntas, se le impuso la clásica Txapela de Honor como reconocimiento a sus 50 años. Y a lo largo del día hoy, se completa el homenaje con un banquete donde se le impone la insignia de Socio de Honor del Club.

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