Manuel Granero, de J. L Cantos y los «90 años de La Santamaría » dos libros imprescindibles ven la luz en mayo

Manuel Granero, de J. L Cantos y los «90 años de La Santamaría » dos libros imprescindibles ven la luz en mayo

Dos libros que enriquecen la literatura taurina aparecerán en mayo.

Los 90 años de La Santamaría que fue tejido con paciencia benedictina por tres colegas que honran la profesión, Víctor Diusabá, Rodrigo Urrego y Diego Caballero. Esta viene enriquecida con historias, anécdotas, relatos que muestran unas tradiciones, unos saberes nacidos del pueblo, imágenes de toreros, ganaderos, aficionados, colegas, hombres de plata, picadores, mozos de espada, peñistas que han nutrido un mundo de sensaciones desde los años treintas cuando un iluminado, don Ignacio Sanz de Santamaría ve coronado su sueño de levantar una plaza de toros en el centro de la vieja Santafé tras fundar la primera ganadería e bravo en Colombia.

Experiencia maravillosa será leer este volumen inapreciable para cualquier bibliófilo o simplemente un lector o lectora desprevenidos que se quieren acercar al mundo del toro y encontrar su riqueza cultural porque el toreo es técnica, sí, pero arte elaborado con filigrana en esos instantes imperecederos en que hombre o una mujer ( Juanita Cruz, Conchita Cintrón, Miriam Moreno, Lilia Ramírez, Maribel Atienzar. Morenita del Quindío, María Alba Valencia ) es capaz de crear un mundo de emociones.

El libro ya está en los talleres y estamos todos encantados con su publicación

MANUEL GRANERO

Ya nos dejó gratamente impresionados a sus lectores el escrupuloso biógrafo José Luis Cantos Torres con ese monumento que es » Joselito». Ahora, con ocasión del centenario de su muerte, el autor nos ha querido llevar por los senderos del torero valenciano » la huella de una vida «.

Mayor pues no solo es el mes florido sino el nacimiento de dos libros maravillosos, uno que tiene su cuna en Bogotá, la tierra que vio nacer al maestro Rincón y el otro en España.

MANUEL GRANERO

Hijo de una familia de la burguesía valenciana acomodada, Manuel Granero aprendió a tocar con destreza el violín. La afición a los toros se le despertó prácticamente de golpe un día de 1914, presenciando una novillada en el coso de la calle de Játiva. Tan grande fue el impulso, que incluso se tiró como espontáneo ese mismo día al ruedo. Más adelante permaneció un tiempo en Salamanca, participando en diversas tientas en las ganaderías del campo charro.

Allí coincidió con los ya novilleros Manuel Jiménez Chicuelo, Juan Luis de la Rosa y Eladio Amorós, entonces más aventajados que él. Durante los años 1918 y 1919 toreó diversas becerradas y novilladas sin picadores (catorce en 1919), antes de debutar con caballos el 4 de abril de 1920 en Barcelona. Desde ese momento, su carrera fue meteórica, basada en su única y arrolladora temporada como novillero. Tanto fue así, que a finales de ese mismo año 1920 tomó la alternativa en Sevilla.

Tras el debut con picadores en Barcelona, repitió en esa plaza, y acudió luego a las de Zaragoza y Santander, cada vez con más cartel entre los aficionados que estaban descubriendo a un torero de una valía excepcional. En Santander, el día 3 de junio de 1920, festividad del Corpus Christi, torearon con Granero en el coso de Cuatro Caminos Bernardo Muñoz Carnicerito y Ángel Pérez Angelillo de Triana.

Deja un comentario


  Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.    Más información
Privacidad