Día: 14 de octubre de 2020

¿Un toro ha recibido un Gen humano?

José R Palomar, Una vez por semana TVE-2 emite un interesante programa de divulgación científica, y cuestiones relativas al pensamiento y el cerebro humano: “El cazador de cerebros”.

El programa del pasado lunes, festividad del Pilar, contó con un invitado de excepción: el filósofo e historiador Juval Noah Harari. 

Con él charló el director y presentador del espacio Pere Estupinyà sobre el futuro de la Humanidad.

Y temas que giran en torno a la invasión tecnológica que está cambiando el mundo; la automatización del trabajo. Y plantea la creciente forma que tiene la red de controlarnos, que conlleva el peligro de “las dictaduras digitales”.

El programa visitó una curiosa exposición en Holanda, donde puede contemplarse un cuadro original de Rembrandt, pintado por una inteligencia artificial.

“El cazador de cerebros” se acercó, de alguna forma a la tauromaquia, indagando en el primer toro que ha recibido un gen humano, un animal que lleva el nombre de Herman.

También en la segunda cadena de la televisión pública, pero sólo en Cataluña, el pasado jueves y en el programa humorístico de monólogos, 20Vint, apareció el tema taurino.

Uno de los monologuistas Kike García, habló de la confrontación entre partidarios y detractores de la Fiesta, en clave de humor.

Reivindicó una “futura Guerra Fría” entre toros y toreros. Y acabo su charla refiriéndose a José Padilla, olvidando el Juan que figura entre las tres palabras de su nombre completo…

Este programa, que produce Visiona TV se emite los jueves a las 18:10. (11 y 10, hora colombiana, por la 2 de televisión española)

Una imagen poética y enternecedora del niño-torero

Una imagen poética y enternecedora del niño-torero. La foto que abre la nota es elocuente, arrobadora, ensoñadora. El pequeño duerme plácidamente.

El padre nuestro está escrito en una hoja de cuaderno, adosada a la mesita de noche dejando la videncia de lo sacramental que atesora ese antiguo arte mediterráneo.

Hoy se vive en América con peculiaridades rituales.

Con esa religiosidad en las advocaciones de Jesús, de la virgen y de santos patronos de muchas comunidades.

Como vigías (creo que duermen… me parece que «hacen que duermen») pues velan el dormir recostaditas en la pared del cuarto del niño.

Un capotillo y un espadín que cuando despierte estarán prestas para crear esculturas efímeras y eternas.

Arabescos y grandiosas bellezas, desde verónicas a tafalleras, gaoneras y chicuelinas…

¡Ah, el toreo de capa! al que los mexicanos le han dado tanto lustre.

El niño ama el toreo, eso sin dubitaciones.

En sus utopías busca encontrar la magia de Joselito y de Belmonte, esa eternidad de don Rafael de Paula, esa graciosa entonación de Juan Ortega, y la explosión de arte de Morante.

Tan único, distinto, barroco, sevillano, clásico e inspirador de sueños como el del pequeño que duerme a placer acompañado de dos guías…

Un capotillo y una espada para desfacer entuertos, como El Quijote de Cervantes.

Unos querrán ser médicos, otros arquitectos, hay quien desee formarse como contador y aquél de filosofo como Ortega y Gasset.

O seguirá la inspiración de Rulfo para reseñar la rica historia del toreo.

Pero el niño que está acostado en esa muelle cama quiere SER torero.

Nadie le va arrebatar ese sueño.

74 años de la feria del Señor de los Milagros en Acho

74 años de la feria del Señor de los Milagros en Acho, inaugurada en 1766, es mas que bicentenaria y por ese coso han pasado «casi» todas las figuras, desde Joselito y Belmonte.

Que se dice pronto.

Pero este octubre marca otro gran aniversario.

Es la inauguración de la feria del «señor de los milagros», que lamentablemente este año no se verificará por la pandemia.

El 12 de octubre se dio la primera corrida de lo que con el tiempo será una de las ferias de mas tronío en América. El cartel, nada despreciable: Manolete, Montani, Procuna y toros mexicanos de La Punta.

Estamos reproduciendo para todos los aficionados el artículo publicado en el diario “El Comercio”:

“Pocas manifestaciones públicas tan ceñidas a la tradición, como la fiesta brava. Aunque la manera de torear haya evolucionado.

Si, ayer se prefirió el lance con las manos altas.

Hoy al aficionado le gusta mejor cuando es ejecutado con las manos bajas, no puede decirse que el toreo haya cambiado sustancialmente.

Se mantiene, a pesar de los años la rígida estructura de este rito popular. Continúa permanente y depurado el clásico corte de la lidia. Tres tercios. No hay quien destruya el gallardo tríptico.

La verónica, la media verónica, los puyazos, los quites, las faena de muleta y la estocada. Algunos quites y pases han sido creados. Se ha enriquecido el repertorio y se ha dado un matiz más de plasticidad al arte incomparable, pero en esencia, medularmente, sigue siendo lo mismo.

La verónica, el pase natural y el de pecho y el volapié siguen siendo la base y el auténtico sustento de la torería.

Los trajes, brevemente aligerados, con esa su plástica reminiscencia goyesca, finos y luminosos, en contraste con la violencia de la fiera.

Una nueva paradoja en el espíritu ibérico.

Han dejado que todas las vestimentas se ciñan a las cambiantes modas, permaneciendo ellos como una pincelada de oro, en este mundillo de billetes.

El brindis, la vuelta al anillo, el cortar orejas, las rechiflas y broncas, se suceden en la Historia del Toreo, sin alterar su peculiar emoción, sin salirse de los firmes cánones tauromáquicos.

Y tal vez por ser el toreo tan hondamente tradicional, sus mejores tardes armonizan en España y México – también en ciudades y pueblos del interior de nuestro país – con los días en los que brilla más nítidamente el sentimiento católico de los vecinos que conmemoran las festividades de sus santos patronos.

En los antedichos países, ibérico y azteca, existen las llamadas Corridas de Feria. Al júbilo católico, que lleva en hombros la imagen de su veneración se suma el regocijo popular de las corridas de toros. La Semana Santa en Sevilla, la Pilarica en Aragón, la Guadalupana en México.

Suenan las campanas de los templos y suenan las ovaciones y los ¡olés! en los críticos taurinos.

Esto me ha hecho pensar muchas veces en la posibilidad de crear en Lima, en esta devota y castiza Ciudad de los Reyes, las corridas de Feria del Señor de los Milagros, la milagrosa y popular imagen.

Patrón de la ciudad, a la que siguen miles y miles de hombres y mujeres, con sus trajes y sus capas moradas, en un místico peregrinaje.

Además de una palpable demostración de fe popular, es una imponente romería de exaltación a la tradición limeña, al sabor peculiar, a la gracia de lo autentico, a aquella emoción permanente que sólo canta una copla.

La de la verdad.

La festividad del Nazareno de los Milagros, – su nombre de por sí un romance sonoro y hondo, que bien merecería afilarse y quebrarse en los angustiados labios de un “cantor flamenco” – se celebra en Octubre.

El 28 de Octubre y el día de Cristo Rey – primer domingo de noviembre.

El crucificado recorre las calles melancólicas y nostálgicas de la encantadora ciudad.

Estas fechas coinciden con la primavera limeña, de días templados y soleados en los que, cogiendo el último domingo de octubre y los dos o tres primeros de noviembre, podrían realizarse corridas de postín.

Iniciaran la temporada grande y en las cuales, sumándose a la mística manifestación y teniendo en cuenta las gentes que vienen del interior y las que seguramente vendrán con el tiempo del extranjero.

Para presenciar la bellísima procesión – como acontece en otro lugares – se podría intentar un acento limeñísimo que les diera peculiaridad y gracia.

Sería hermoso, por ejemplo, y esto es sólo una sugerencia, que, desde luego, consideramos factible.

En estas Corridas de la Feria del Señor de los Milagros, salieran a pedir la llave dos lujosos chalanes.

Ataviados a la usanza criolla, en primorosos caballos de paso.

Después de muerto el quinto toro – ello es ya casi una costumbre – una pareja debidamente trajeada, podría bailar una marinera.

La Plaza, en estos días de Feria, podría engalanarse con colgaduras, como se hace en otras partes, en las corridas de fuste.

Y los diestros lucirían traje morado y oro.

Y el público gozaría, no sólo con las faenas de los coletas sino, para ver revivir, siquiera unas tres o cuatro veces al año, un incomparable retazo de aquella personalidad de nuestra Ciudad de los Reyes

Viajeros de todos los tiempos y países, han colocado y mantienen en la historia y cuyo sólo nombre sugiere el fino acompañamiento de un rasgueo de guitarras, la sonrisa de los piropos, el tintineo de sus campanarios y el silencioso poema de las primorosas mantillas.

Que se colgaran de las ventanas para dar un encanto del misterio al clásico perfil de la villa, que es cuna y madre de la tradición hispanoamericana.” 

Zeñó Manué 

La Feria Taurina del Señor de los Milagros se inauguró el sábado 12 de octubre de 1946 (Día conmemorativo al descubrimiento de América).

Constituyéndose desde entonces una de las ferias taurinas más importantes de América.

Categoría que obtiene por las ganaderías que se lidian, por los diestros que intervienen, y por la solera de su afición.

En la tarde inaugural partieron plaza tres jinetes, vestidos: uno de campero andaluz, otro de charro mexicano y el tercero de chalán peruano, representando a los tres países más taurinos del mundo.

Detrás de ellos las cuadrillas encabezadas por el matador español Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, el mexicano Luis Porcuna y el peruano Alejandro Montani “El Sol del Perú”.

Quienes lidiaron y estoquearon toros mexicanos de “La Punta”.

Esa tarde la plaza registró un lleno de bandera y asistió el entonces Presidente de la República, don José Luis Bustamante y Rivero.

Padilla vuelve a los toros en Francia… por un día

En la primera imagen, Juan José Padilla saluda al rey emérito de España don Juan Carlos de Borbón.

Se retiró el año pasado tras una larga y exitosa carrera.

Eso sí salpicada de gravísimos percances incluida la pérdida de un ojo en la plaza de Zaragoza.

Se vestirá de corto por un día para una tienta de machos entre el 22 y el 24 de marzo

A las 3:10 de la mañana, hora colombiana, se tentarán diez toros de Robert Margé a cargo de Juan José Padilla, Manuel Escribano, Daniel Luque y Carlos Olsina.

Será entrada gratuita.

Entre otros actos, habrá una exposición sobre la figura del torero jerezano.

Así como una conferencia sobre su trayectoria en la que el diestro participará junto a Fernández Meca y Christian Chalvet.

Concluirán las jornadas con una cena de gala.

Covilla sale del hospital

Siete días después del grave percance, Alfredo Covilla sale del hospital, donde le salvaron la vida gracias a la oportuna intervención del cirujano Luis María Merino Peñacoba.

Compañero en muchas operaciones de nuestro médico taurino Rodrigo Rojas.

Covilla, cartagenero, vive hace varios años en España, y en un tentadero un toro le pegó un cornalón en la zona perinatal.

Por lo que durante tres días le causó molestias inenarrables, según dijo el paciente.

La recuperación la hará en su casa.


  Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.    Más información
Privacidad