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El boicot español de 1936 a los toreros mexicanos en la mirada de Alcalino

Para nadie era un secreto que el boicot de 1936 de los toreros españoles contra los mexicanos –el boicot del miedo, en palabras de Juan Belmonte–, tuvo como blanco principal a Fermín Espinosa “Armillita”, que había sido líder en corridas toreadas el año anterior y ocupaba sin discusión de los puestos estelares de las ferias, luego de conquistar a todos los públicos. Estalló el boicot, se rompieron las relaciones entre las torerías de ambos países y, mientras la guerra civil desangraba a la península, al otro lado del Atlántico tomó forma la época de oro del toreo mexicano, con Armilla a la cabeza del elenco más cuajado de figuras que ha tenido la baraja taurina del país.

Sin embargo, cuando en 1944 se firmó el armisticio y volvió el intercambio de toreros, fue Carlos Arruza quien dio el golpe decisivo nada más presentarse en Madrid, al grado que en pocos meses se impuso como contrapunto y pareja de Manolete. Armillita, el veterano Maestro de Saltillo, demoró hasta el año siguiente su regreso a España bajo la premisa de limitar su presencia a plazas y carteles acordes con su categoría. Inevitablemente, una de esas plazas tenía que ser Sevilla, y la Asociación de Prensa local lo contrató para su corrida anual, a celebrarse el domingo 3 de junio de 1945, para alternar con Domingo Ortega y Pepe Luis Vázquez, figuras indiscutibles; toros de Manuel González, encaste Contreras.

Los textos reproducidos a continuación dan testimonio del asombro causado en la prensa de la época –y en la memoria de un futuro cronista, aún adolescente– por la grandeza inmarcesible de Fermín, que cortó ese día uno de los últimos rabos que constan en los anales de la Real Maestranza sevillana. Rezuman emoción, admiración y respeto.

Crónica del ABC. “¡Con que gusto ha vuelto a torear Armillita en la Real Maestranza de Sevilla! Había el domingo en la famosa plaza fiesta de campanillas. Armillita era primer espada de una terna de maestros, que la Asociación de Prensa había elegido para su tradicional corrida, y en tal oportunidad la prominente figura mejicana (sic) volvía a pisar el ruedo sevillano al cabo de poco más de una década… La emoción del artista, ganado por el ambiente que en otro tiempo auspiciara sus claros triunfos, era ostensible en la franca sonrisa que irradiaba la cara de Fermín. Abrió éste su capote ante el primer toro para dibujar unos lances majestuosos a la verónica que arrancaron el olé unánime; terció en quites con idéntica perfección y las palmas restallaron como el trueno. Aquello era sencillamente que Armillita reanudaba sus enseñanzas en la famosa cátedra del Baratillo, y así, al comienzo de la distinguida lección de tauromaquia con que había de regalar el gusto de la afición docta e iniciar en los secretos del arte a los aprendices de aficionado, pudiera haber repetido la famosa frase: “Decíamos ayer…”

La lección fue completa, sin tacha alguna. Armillita banderilleó a sus dos toros con facilidad y limpieza, llegándoles alegremente para lograr la más ajustada reunión; brilló con el capote en lances y quites de ley, y con la muleta instrumentó dos faenas magníficas. La primera, brindada al público, la inició con un perfecto pase de pecho y otro natural por alto, continuada con cuatro naturales soberbio de puro estilo, esto es, dando la pierna y cargando la suerte. Sin importar que el toro se aplomara, Armillita desgranó toda la gama de su extenso repertorio, en el que ni siquiera está excluido el novísimo molinete de rodillas (¡Si supiera este cronista que esa suerte la había patentado tres lustros antes el propio Fermín!). Vistosísimos adornos pudieron fin a esta faena, por sí misma merecedora de la oreja, que no fue concedida así el público la instara insistentemente. Señaló bien Armillita y secundó con media lagartijera. ¿Por qué, pues, el rigor presidencial? Armillita fue objeto de todos los homenajes.

En su segundo, un toro manso y gazapón, cuya muerte brindara a Juan Belmonte, Armillita cuajó otra faena de muletero grande, la que culminó, en derroche de arte y gallardía, al torear en redondo, pisando el espada un terreno en que la jurisdicción del toro quedaba anulada. Después de señalar dos veces, Armillita fulminó a la res con una estocada hasta la bola. Las orejas y el rabo del manso lucieron en las manos del triunfador al dar éste la vuelta al ruedo y salir al tercio a saludar. Hoy como ayer.

… El ganado de don Manuel González (Contreras), gordo y bien armado, desigual, y de seis… cinco mansos.” (ABC, 5 de junio de 1945, crónica de Don Fabricio).

Crónica de El Ruedo. El semanario madrileño El Ruedo publicó una breve reseña en cuya parte medular se lee: “Corrida de la Asociación de la Prensa sevillana. Hubo buena entrada en sombra y algunos claros en sol. Las reses dieron escaso juego… el último fue fogueado.

Armillita triunfó en toda la línea. Era muy grande la expectación por verlo y el famoso mejicano (sic) supo corresponder a esta cordial acogida de los sevillanos haciendo dos geniales faenas a dos toros absolutamente distintos. Al primero –el mejor de los seis—una faena artística y completa, con todos los pases imaginables y llenos todos de una maestría y una elegancia irreprochables. Al segundo –incierto en la embestida, manso, reservón y tirando cornadas—le consintió, exponiendo mucho, hasta hacerle otra faena maestra. Las orejas de este toro fueron justo premio a la completísima tarde de Armillita en Sevilla.” (El Ruedo, 6 de junio de 1945; crónica firmada por F. M. G.)

Es de notar que el cronista de marras dejó de mencionar el rabo paseado por Fermín, siguiendo una práctica que hemos encontrado frecuentemente en los textos de la época. Y esto a pesar de que su reseña va acompañada de fotografías, en una de las cuales puede verse al maestro mejicano saludando con el citado apéndice en alto.

Y poco más. Para Don Fabricio, Ortega seguía representando “la maestría suma, serena, inconmovible, a prueba de vicisitudes… su atinado quehacer fue ovacionado”. Y de Pepe Luis señaló que “toreó magistralmente de capa en cada ocasión. Pero también tuvo que pechar con un lote de mansos, el último, sobre todo, cobarde como no haya otro…” Menos complaciente, F. M. G. señala sin ambages que “Domingo Ortega pasó ayer sin pena ni gloria… A ninguno de sus toros logró recoger el toledano con su clásico toreo de dominio.” Y de Pepe Luis manifiesta que Salió dispuesto a triunfar, pero no pudo ser. Su lote fue el peor… (y sólo) logró primorosos lances de su incopiable escuela sevillana.”   

Como se habrá advertido, solamente Armillita consiguió unificar criterios. Hasta merecer, más de cuatro décadas después, la categórica afirmación de Filiberto Mira que a continuación se reproduce.

Definición definitiva del irrepetible Maestro. Cuarenta y cinco años transcurrieron entre 1945 y 1990. No fueron en vano. Este año, el abogado y crítico Filiberto Mira publica su libro Medio siglo de toreo en la Maestranza, donde desglosa los sucesos verificados en el coso sevillano entre 1939 y 1989. En su resumen de 1945, la célebre faena de Armillita con el toro brindado a Juan Belmonte en la Corrida de la Prensa ocupa el puesto estelar. El viejo escritor y cronista la rememora en estos términos: ”Sucedió el 3 de junio de 1945. Se lidiaron contreras de Manuel González Martín. Ovacionados sin más Domingo Ortega y Pepe Luis Vázquez, que alternaban con el mexicano. Uno de los toros del de San Bernardo fue fogueado… Al terminar la corrida me comentó Manuel Baena, aficionado ultragallista:

— Niño, con lo que has visto hoy de Armillita ya tienes una idea de lo que fue Joselito El Gallo. Sólo José podría igualar lo que le hizo esta tarde Armillita al cuarto toro. Y fíjate bien que te digo igualar, porque superar lo de Armilla es un imposible en el toreo.

Fermín, azteca puro (?), era alto, esbelto, elegante sin envaramiento. Señorialmente sencillo y naturalmente torero. A veces, lo exuberante de su facilidad lidiadora revestía de aparente frialdad lo excepcional de su técnica, de su dominio y de su poderío…

Vestido de azul pavo y oro hizo el paseíllo con Ortega y Pepe Luis. Los contreras, aquel 3 de junio, mansearon más de la cuenta. Superior Fermín, con vitola de torerazo, en el que abrió plaza. Su lidiar fue un ejemplo, rigurosamente magistral, de lo que se le debe hacer a un mansote sin sal y sin pimienta. Los jóvenes comprobamos que había en la plaza todo un Señor Torero, y los veteranos se complacieron porque Armillita seguía siendo, ya bastante maduro, tan formidable maestro como antes de 1936.

El cuarto fue un manso integral. La sabiduría del capote de Armillita hizo posible –milagro de su técnica dominadora—que el burel se evitara la infamia de las banderillas de fuego. Un manso con perversas intenciones, con pocas ganas de embestir y muchas de herir a quien se atreviera a desafiarle. Sorprende que sea el propio Fermín quien coja las banderillas. Las ovaciones a sus tres pares, tan estruendosas como para atravesar la barrera del sonido. Más sorprende que Armillita, cambiado el tercio, se dirija al palco que ocupa Juan Belmonte. Alza su montera y le dice:

–Con el recuerdo de Gallito, tengo el honor de brindarle esta faena, con el deseo de que sea digna del gran torero al que se la dedico. Va por usted, maestro.

Armillita comenzó jugándose la pierna entre las astas con cinco dominadores pases por bajo. Tan potentes que le crujieron los huesos al manso. Cinco pases que juntaron en una pieza el valor y el dominio… El manso –atónito y transfigurado—quedó más asombrado que el público. El maestro se echó la muleta a la izquierda y ligó tres naturales antológicos. Se le recreció la furia al toro cuando lo obligó a tomar el pase de pecho. Entonces, Armillita volvió a ejecutar los dominadores pases por bajo, y otra vez el toro reducido. Esto se repitió por tres veces, porque al remate de cada una de las series de tres pases naturales al toro se le agigantaban las ganas de derrotar y pulverizar al torero. Siguió con dos series más de naturales y una de derechazos verdaderamente antológicas. Como adorno sólo un molinete de círculo completo que fue como un homenaje especial al brindado. Y a la hora de la verdad, un volapié de Armillita tan cumbre como su faenón.

Las orejas y el rabo no fueron el único premio. El propio protagonista, bastantes años después, me refirió que al día siguiente, con su esposa, se dio un paseo por Sevilla en un coche de caballos y los hombres se descubrían al verlo pasar. Hicieron parada en el parque María Luisa para tomarse un refresco en el Bar Bilindo. Al verlos descender, los que estaban allí se pusieron de pie y le tributaron una gran ovación.

Lo especial, lo que me determina a decir que el de Armillita me parece el faenón más antológico de medio siglo de toreo en la Maestranza, en coincidente opinión con jóvenes y veteranos aficionados, es que nunca se vio superar tanto un torero a un toro. Porque nadie esperaba nada del burel fue por lo que sorprendió el brindis a Belmonte… Armillita –corte de torero eminentemente gallista— perteneció a la especie de los diestros denominadas largos, es decir, amplios, variados, completos. Pero además poseía arte, en cuanto éste es expresión de templanza, estética y sentimiento tan inconmensurables como su técnica, recursos y dominio. Nunca he visto un torero tan magistral como Fermín Espinosa Saucedo la doctoral tarde del 3 de junio de 1945… ¡Sevilla nunca olvidará a Fermín Espinosa “Armillita”! (Mira, Filiberto. Medio siglo de toreo en la Maestranza. 1939-1989. Edit. Biblioteca Guadalquivir, S. L. Sevilla. 1990. pp 96-99)   No es de extrañar que quien esto escribe haya escuchado, a más de un viejo aficionado español, manifestar su sorpresa de que no tuviese Fermín, en su propio país, el mismo

Madrid ruge con el Còndor Roca en el sexto tras gran faenòn que se opaca por la espada. Rozò la puerta grande

La primera imagen de la tarde de hoy en Las Ventas, el solemne minuto de silencio en honor al maestro Litri que se ha marchado en las ultimas horas con una vida torera de glorias y que fue un referente del toreo en los 50″s y 60″s y que los aficionados mas viejos de la tribu los admiraron, digo al valenciano y a don Julio Aparicio, pareja profesional inolvidable.

Atràs el maestro Curro Romero, a la derecha, y a la izquierda el hijo del maestro Litri que se encuentra en el centro de la imagen

Hoy se ha colocado el anhelado » no hay entradas » y la plaza se ve hermosisima. Mira que ya no interesan los toros, segùn nuestros malquerientes. Y lo señala la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso: nos quieren vender la idea de que los toros no tienen interès. No es verdad, recalcò.

Se corren toros de don Victoriano del Rìo

Confirma alternativa Fernando Adrian con «Amante», bajito, bien hecho, manos cortas, cuello, serio. 529 kilos.

Con 9 años de alternativa, apenas ha toreado un puñado de corridas , 11 en total, y solo la Copa Chenel lo relanzò.

Sereno, el torero demuestra que sabe el oficio y ha logrado tandas de mucho mèrito con un ejemplar que » no para «, que embiste con motor. Tiene un gran sentido del temple y la faena es adecuada a las condiciones de «Amante» que ha sido un gran colaborador. Sòlido y eficaz el torero. Temple han tenido toro y torero.

Dijo a Movistar : Es un dìa bonito y especial para mi pero queda otro adentro y a ver si el sueño que tengo en la cabeza se hace realidad. El toro ha tenido virtudes y defectos. Aquì se necesita un toro que se mueva y transmita mas.

552 kilos Espiguita, negro chorreado, pitones playeros ( abren mucho la cara ) para Manzanares

Muy revoltoso en el caballo y el picador se excediò.

Quite de Roca por chicuelinas y tafallera. Muy cerquita se lo pasò

Esa mania de los excesos de capote. Entrega de trastos entre Manzanares y ADRIAN

El viento apareciò y como bandea en asta, la muleta de Manzanares flamea. Los flecos de la muleta van al hocico sin que mande el torero.

Serie impecable por el derecho, por abajo, el toro hondo, calidad y la faena toma vuelo.

El toro es informal, las rachas de viento que perturban, la faena no cuaja. Y Manzanares no ha estado a gusto.

Bien en la suerte suprema.

Toro hondo, fino, para Roca Rey. » Bocinero «, negro, 553 kilos, astifino

Què bien Roca en el quite, se echa el capote ( no lo pone ) a la espada con un lance y tres gaoneras preciosas para honrar al mexicano don Rodolfo Gaona que compartiò cartel en las dos primeras décadas del siglo pasado con Joselito y Belmonte.

El toro se arranca como una tromba a la muleta de Roca, una tanda por el derecho y el viento molestando, incordiando. Es increíble como va domeñando las condiciones climáticas el peruano y vence ademas la actitud del toro que » se acuesta » por el derecho. Una tanda muy cerquita, muy encajado por el izquierdo con el » acompañamiento» del vendaval y apenas palmas y algún incordia desde el tendido en tanto el torero se juega la vida. Echa la muleta abajo pero cae desprendida, casi baja.

Soleares, 599 kilos de capa negro , toro hondo, largo ,para Manzanares

Quite por saltilleras ( muy mexicano ) de Adriàn. en el segundo movimiento el toro lo atropella y sale de la cara el torero con un golpe, sin consecuencias.

El toro se lastima y Manzanares abrevia. » Na de na» como dirìa un «granaino».

El quinto, Corchero, 562 kilos de capa negro. Cinqueño. » Pedazo de toro», serio, ancho de sienes, acapachado , manos cortas, bajo. Toro para Fernando Adrian.

Decisiòn del confirmante pero la faena es irregular, desarmes, sin encontrar el sendero. Està mal ? No pero faltan muchas cosas para que MADRID SE VUELQUE CON EL ESPADA Y CON UN TORO COMO ÉSTE QUE NO SE ENTREGA, MENOS. Medias embestidas y se oyen en la transmisiòn de movistar algunos pitidos. PASES POR EL DERECHO Y AL FINAL EL TORO ECHA LA CARA ARRIBA. Se oyen tìmidas palmas. Batalla del torero sin premio.

Estoconazo ( por fin alguna felicidad, poca pero vale )

Palmas de cariño…!!por fin !!!!

Dice el torero: Una pena porque una ganadería como la de Victoriano suelen saltar toros importantes y hoy fue. No rompiò ningùn toro. Los animales tiene que ayudar, concluye.

Cierra Roca Rey con Còndor, negro listòn. 571 kilos. cinqueño. Cuesta arriba.

Verònicas jaleadas y suelta el capote a una mano. Vibra el tendido. En uno de los lances se metió por el derecho. En cada lance ganò pasos con toro con mucho recorrido.

El toro tiene emociòn. Marca querencia hacia tablas.

De hinojos èl en los medios y el toro en los adentros. Se acerca al toro, camina de rodillas. Tres por arriba, un pase cambiado y dos derechazos. De infarto !!!. El viento sopla inclemente. Construye la faena es emotivo el instante , torea por el derecho, mano baja, lo lleva hasta el final ,lo saca a los medios y vienen los olès. Ruge Madrid. Tres por el derecho lento, pasándose el toro cerca y despacito , muletazo invertido, el toro se para y èl con ese valor seco no se mueve.

!!Figura !! Tanda por el izquierdo de campanillas, Explota Roca y explota el tendido.

Esos pitones vecinos de los alamares, abierto el compàs, lento, lento, series cortas. Perfecto en el entendimiento del toro. Lìo de Roca al sexto. Ese sì es figura, dirìan en tiempos del maestro Antoñete. Y en Madrid.

Uno en redondo con la mano izquierda y Madrid entregada. Un pase cambiado al noble toro.Pases que son largo, eternos y por abajo. Suena el aviso !!pero què mporta !!!! Raza y cabeza del torero.

Casi media espada con un toro humillado en esa suerte suprema. Otro aviso, Falla en el primer intento de descabello-. Acierta en el segundo. Pero ahì queda esa faena.

Los triunfos numéricos son bonitos A quien mas le gustarìa triunfar que a mi, me voy contento de haber entregado lo que hice. Muletazos sentidos, le dice Alfonso de Movistar-

RESUMEN

FERNANDO ADRIAN OVACIÒN y saludos desde el tercio y palmas

Josè Marìa Manzanares, palmas y silencio

Roca Rey, palmas y tremenda ovaciòn

Ricardo del Rìo, ganadero : La corrida ha sido deslucida. Dos toros, el primero y el ùltimo pero los demos no han disparado, solo apuntaron.

102 años de la tragedia en Talavera.La necesaria obra de José Luis Cantos sobre » GALLITO»

Mi mayor homenaje a la memoria de Joselito El Gallo, una orgullosa satisfacción que he podido compartir con cuantiosos lectores de muchos países.

Y tiene razón el autor pules es una obra » total » sobre el genio de Gelves a quien un toro le infirió una cornada mortal en Talavera ( de la viuda de Ortega) pero ese día ,16 de mayo de 1920 se elevó a los altares de la tauromaquia a quien era junto a Belmonte y al «nuestro ( mexicano ) Gaona uno de los pillares del toreo.

Gracias maestro José Luis por este aporte al mejor conocimiento de nuestras glorias.

Alcalino escribe sobre Granero justo cuando aparece la biografía de José Luis Cantos

Manuel Granero Valls, natural de Valencia (08.04.1902), era un joven tranquilo y sensible que aprendió a tocar el violín antes que a torear. Alimentó las esperanzas de la afición desde temprano, cuando, en pleno apogeo de Joselito y Belmonte, empezó a circular por los mentideros el runrún de que en el campo bravo de Salamanca se estaban probando tres adolescentes que apuntaban alto: el sevillano Manuel Jiménez “Chicuelo”, el valenciano Manuel Granero y el salmantino José Amorós. A poco se les unía un jerezano, Juan Luis de la Rosa, no menos prometedor. A La Rosa le dio la alternativa Joselito El Gallo en la Monumental de Sevilla casi a la misma hora en que Juan Belmonte hacía matador a “Chicuelo” en la Maestranza (28.09.19). Un año más joven, Granero tomaba allí mismo su doctorado en la sanmiguelada de 1920, de manos de Rafael “El Gallo”. Aun así, fue quien primero se colocó a la vanguardia del toreo, desmembrada por la trágica muerte de Joselito; y muchos se apresuraron a señalarlo como el más indicado para sucederlo al mando de la fiesta. Había en el estilo del valenciano trasuntos del añorado poderío gallista, pero al mismo tiempo representaba un paso adelante en la evolución hacia un toreo más asentado y suave en comparación con el poderío devastador de Gallito.

Ya en su primera temporada de matador, la de 1921, Granero lideró el escalafón con 94 actuaciones, cifra abrumadora para un primerizo.


Entre Sevilla y Madrid. La cuarta corrida del abono madrileño de 1922 reunía en su cartel a Granero, La Rosa y el toledano Marcial Lalanda, que confirmaría su reciente alternativa sevillana (29.09.21): tres toros del Marqués de Albaserrada y tres del Duque de Veragua. Era la de aquel 7 de mayo una tarde radiante, y el paseo de cuadrillas fue saludado con la algarabía que suscitan las corridas capaces de despertar ilusiones. Nada que ver con el clima que imperó en la recién concluida feria sevillana, una de las más tormentosas y deslucidas de que se tenga memoria. Sin la participación de Belmonte el Grande, la cartelería la cubrieron las promesas surgidas en los últimos años, insuficientemente preparados para suplir a los ases de la edad de oro. Uno de ellos, Manuel Varé “Varelito”, fue mortalmente herido en la cuarta de feria por “Bombito” de Guadalest, tan bronco casi como los sevillanos cuya gritería acalló momentáneamente la terrible escena de la cogida. La agonía de Varelito se prolongaría hasta casi un mes. Esa tarde, Granero era uno de los alternantes.


Último día, última faena. Residente en su natal Valencia, Manolo Granero se hospedaba en Madrid en casa de un amigo. La rareza de que recién acabado de almorzar le pidiera a “Finezas”, su mozo de espadas, que lo enfundara en aquel terno negro y oro de riguroso estreno obedeció al compromiso que tenía de acudir al estudio del fotógrafo Kaulak para fotografiarse vestido de torero. Allí permaneció más de una hora, posando y conversando mientras llegaba la hora de partir rumbo al repleto coso de la carretera de Aragón. La gente, molesta con la impune reventa, saludó no obstante con beneplácito el paseo de cuadrillas, pero el ganado, duro y resabiado, se encargó de ir apagando los entusiasmos. La excepción fue el tercero, al que dio Granero lidia completa, desde la suavidad de las verónicas y los adornados quites hasta le certera estocada que derribó al de Albaserrada tras una faena magistral del valenciano, cada vez más dueño de un sitio y un estilo propios. Hubo fuerte petición de oreja y Granero recorrió en triunfo el anillo mostrando su melancólica sonrisa. Sería el único triunfo del día y la última vuelta al ruedo de su vida.


Porque Juan Luis de la Rosa, medroso y dubitativo, fracasó en sus dos toros y fue avisado en el cuarto. Y entre pitos pasó a la enfermería, con un esguince de muñeca que se causó al pinchar. Ya sonaban parches y metales anunciando la salida del quinto de la tarde.


“Pocapena”. Así se llamaba el veragüeño que saltó a la arena en el lugar de honor. Parece ser que perteneció a una corrida que el Duque envió a la feria de Murcia del año anterior, donde fue sorteado y cayó precisamente en el lote de Manuel Granero, que formaba parte del cartel, mas al suspenderse por lluvia el festejo el encierro completo fue embarcado de regreso a la ganadería. Según vox populi, el nombre del toro había sido tomado del personaje central de un juguete cómico que se había puesto de moda y resultó muy del agrado del propio Granero, asistente más de una vez al teatro donde se anunciaba para disfrutarlo en compañía de una linda madrileña.


Sobre la trágica cogida, remito al lector al relato de dos calificados testigos presenciales.
Eduardo Palacio Valdez (ABC). “Manuel Granero, que vestía flamante terno negro y oro, salió el domingo con más voluntad que nunca y buscando un éxito que creía necesitar, dado el puesto que ocupaba en la torería y lo que le exigen los públicos. Ocasión propicia para lograr su deseo le prestó su primer toro, al que saludó con unas verónicas muy buenas, tres de las cuales fueron materialmente dibujadas. Se adornó de firme en los quites primero y cuarto y, cambiado el tercio, tomó banderillas, clavando un par de frente bueno, siguiendo con uno a cabeza pasada y cerrando con otro de frente parando más. Fue muy ovacionado. Granero tomó espada y muleta y después de brindar mandó retirar a su gente y se fue al de Albaserrada. Comenzó con un ayudado por alto ceñido y quieto al que siguieron un natural y otro de pecho, sin parar ni ligar; después de salirse del toro volvió a él, y cerca, quieto, erguido, tranquilo, reposado, sereno, prosiguió la faena por naturales y de pecho admirablemente ligados, con suavidad y temple extraordinarios. Cuadró a la res, y arrancando recto y de largo dejó una estocada casi entera, algo delanterilla. Dobló el toro, oyendo Granero una cariñosa ovación y dando la vuelta al ruedo por última vez en su vida.


La cornada. Al lancear Granero a su segundo enemigo no le fue posible lucirse porque el bicho, pegajoso y burriciego, se paraba en seco sin seguir el viaje que el diestro le marcaba. Se limitó a darle unos capotazos para fijarlo, cumpliendo el toro en varas y pasando a la jurisdicción de los rehileteros, que cumplieron brevemente su cometido. “Pocapena” quedó frente al 2 mirando hacia el 3, y allí fue Granero a su encuentro, tanteándolo con en pase ayudado aguantando el diestro cuanto pudo, volviéndose rápidamente el bicho y, prendiendo al espada por la parte posterior del muslo derecho, lo arrojó contra la barrera, quedando la cabeza del diestro bajo el estribo, al lado derecho de la puerta del 3. “Pocapena” dio sobre el bulto una nueva cabezada, entrando el pitón por el ojo derecho del caído y levantándolo un poco del suelo… El cuerpo del diestro se sacudió en un leve estremecimiento y los que estábamos cerca adivinamos la catástrofe… el bicho aún engendró nuevo viaje sobre el herido, lo cual se pudo evitar con el esfuerzo de todos… Eran las seis menos veinte de la tarde.” (ABC, 9 de mayo de 1922).


Don Quijote (José Díaz de Quijano). “A Granero lo cogió el veragüeño “Pocapena” en el primer pase, ayudado por alto por el lado derecho, afuera del tercio, y una vez en el suelo el infortunado diestro, no volvió a levantarlo: lo que hizo fue ir hocicándolo y empujándolo, a rastras, hasta meterlo debajo del estribo: y allí, boca abajo el torero, le tiró la cornada seca que, pasando por debajo del sobaco, le entró por el ojo y le llegó al cerebro.” (La Fiesta Brava, semanario. Barcelona, 12 de junio de 1931)
Parte facultativo. “Durante la lidia del quinto toro ha ingresado en esta enfermería el diestro Manuel Granero con una herida por cornada que, penetrando la región orbitaria derecha, fractura el fondo de esta cavidad, y sigue por la fase cerebral media atravesándola en toda su extensión, destrozando la masa encefálica con fractura conminuta de los huesos frontal, etmoides, esferoides, parietal, temporal, maxilar superior y malar, con desgarramiento de las partes blandas del pericráneo desde la órbita derecha hasta la región mastoidea del mismo lado, con salida de masa encefálica y fractura de cráneo… Lesión mortal de necesidad. Además, presenta una lesión contusa de tres centímetros en la cara inferointerna del muslo derecho. El herido falleció a los pocos segundos de ingresar en esta enfermería. Dr. Hinojar.”
Suspensión y sepelio. La cornada de Granero produjo tal estupor entre los espectadores que, una vez que Lalanda se deshiciera del astado tras breve trasteo, rematado mediante dos pinchazos y un descabello, muchos de ellos invadieron el albero reclamando la suspensión del espectáculo, a lo que accedió el presidente.


El sepelio de Granero reunió multitudes sólo comparables a las que siguieron el de Joselito por las calles madrileñas menos de dos años atrás; en ambos casos el traslado concluyó en la estación ferroviaria: el féretro donde reposaban los restos de Granero viajaría a Valencia, donde las manifestaciones de duelo, no menos multitudinarias, sobrecogieron a la ciudad.


Leyendas en torno. Sin duda la tauromaquia, en su fase más trágica, se presta a la proliferación de consejas y rumores que las circunstancias de la muerte de Granero multiplicaron en apretado y hasta supersticioso legajo. Adquirieron carta de naturaleza, por ejemplo, las premoniciones de Enrique Belenguer “Blanquet”, gran subalterno de a pie en la mejor tradición valenciana, que olió a cera en el patio de cuadrillas de Talavera la tarde en que “Bailaor” abatió a Joselito, su jefe de filas, y, recolocado con su paisano Granero, se percibió la tarde de aquel 22 de mayo en Madrid el mismo fatídico tufo, según juraran él mismo y compañeros de filas con quienes en ese momento lo comentó. Colocado en la cuadrilla de Ignacio Sánchez Mejías, volvió a percibir olor a cera antes de una corrida de la feria sevillana de San Miguel de 1927, sólo que esta vez el funesto aviso lo alcanzaría a él personalmente; no fue durante la lidia, que transcurrió sin incidentes, sino cuando, finalizada la corrida, Mejías y los suyos abordaban el tren para torear al día siguiente en Ciudad Real, y Blanquet, vestido todavía de torero, se desplomó inesperadamente: un infarto masivo lo había matado.


Violines mortuorios, más cera y cadáver incorrupto. No menos inquietante es la coincidencia en su triste final de dos toreros violinistas, el valenciano Granero y el mexicano Alberto Balderas, ambos muertos por cornada. Por fortuna, un tercer matador de toros con talento y gusto por la ejecución de tan difícil instrumento, el portugués Víctor Mendes, goza de buen retiro y cabal salud.


Por otro lado, la escena de la cornada de “Pocapena” a Manuel Granero el 22 de mayo de 1922 tiene una patética reproducción de bulto en el actual Museo de Cera de Madrid. Y es auténtico el hecho de que, en 1960, al ser exhumados los restos para algunos trabajos en el cementerio de Valencia, se encontró que el cadáver de Granero estaba incorrupto. Se atribuyó entonces al cuidadoso embalsamamiento de que había sido objeto en Madrid a fin de que resistiera sin descomponerse, en pleno mes de mayo, el traslado a su ciudad natal y los días de duelo y homenajes previos al sepelio.


Historia del ojo. Tal es el título de la novela publicada en 1928 por el renombrado filósofo, antropólogo, sociólogo y semiólogo francés Georges Bataille, misma que causó revuelo entre la sociedad de su tiempo debido al subido tono sexual del argumento. El personaje central es una ninfómana adolescente, Marcelle, a la que el autor ubica en una barrera de la plaza de Madrid el día de la cogida y muerte de Granero –de ahí el título de la obra–. Marcelle alcanza el éxtasis erótico jugando con unos testículos de toro adquiridos en el destazadero del coso durante la corrida. Independientemente de la calidad de la novela, la referencia taurina da cuenta de la resonancia universal que tuvo el suceso de la muerte de un torero al que el cuerno de su victimario astado le vació un ojo y, profundizando por el orbital, alcanzó el cerebro con exteriorización de masa encefálica.

Diego Ramos ilustra con la figura de Joselito la corrida de Talavera de la Reina

Nuestro compatriota Diego Ramos ha ilustrado magníficamente con un memorable cartel la corrida de Talavera a la que irán jóvenes figuras como Tomás Rufo y Guillermo Hermoso de Mendoza.

La figura de Joselito «El Gallo» es el centro de atención Allí, en Talavera, un toro «bailaor» de la viuda de Ortega le infirió una cornada mortal. Pero más allá del dramatismo, el artista vallecaucano ha querido resaltar la figura del torero de Gelves en una actitud, si se permite la expresión placentera , alejada de los tópicos y desde luego muy torera y majestuosa como era su manera de entender el toreo y la lidia dejando para la historia las columnas maestras con Belmonte de lo que es el toreo hoy, eso que llamamos clásico así después Chicuelo y Domingo Ortega le dieron el remate que van a continuar (el tiempo y el espacio sentimental del toreo es así ) Manolete , y Armillita, entre otros.

LA CORRIDA DEL 14 DE MAYO

2 toros de Fermín Bohórquez para Guillermo Hermoso de Mendoza

4 toros de Alcurrucén para Tomás Rufo

Rufo expresó la alegría de volver a su plaza y la necesidad que tenía de agradecer en el ruedo tanto cariño cómo recibe de su tierra.

PACO AGUADO RETRATA CON SU PLUMA AL TORERO SEVILLANO

“Un hombre muy serio, responsable y profesional en el gran y mejor sentido del término; una persona religiosa y de salud quebradiza. Y como torero, un adelantado a su tiempo, un revolucionario, que tenía todo el toreo en la cabeza y marcó la estructura de la fiesta actual”.

Este podría ser el retrato de José Gómez Ortega, Joselito el Gallo, (Gelves, Sevilla, 1895), sobre el que el periodista madrileño Paco Aguado cimentó el espectacular trabajo de una magna biografía que se reedita tras su publicación en 1999.

Desafío ganadero, tres nacionalidades , el colombiano Bolívar , el español Sánchez Vara y el francés Dufau en Las Ventas

El domingo vuelve a Las Ventas Luis Bolívar tras su exitoso paso por Colombia donde lidió en Cali dos Victorinos ( en hombros con Emilio de Justo ) y se llevó el trofeo oficial en Manizales. No es la primera vez que pisa el ruedo venteño pero sí el momento adecuado para un triunfo redondo por su mentalización y forma de encarar los compromisos.

Será un día especial pues se protagoniza un desafío ganadero .Toros de Saltillo vs Los Maños para Sánchez Vara, Luis Bolivar y Thomas Dufau.

Y se marca un hito pues debuta una ganadería zaragozana en Madrid.

GANADERIADE SALTILLO

Dice don Joaquín Moreno Silva

“Sé que lidio un toro atípico y que los aficionados que siguen este encaste caben en una furgoneta; es una lucha difícil porque mis toros no saben lo que es una plaza de Madrid para abajo, pero han salido cuatro o cinco buenos en Las Ventas, y el mercado francés ha sido muy importante para mí. Francia me abrió sus puertas, y hace dos años me concedieron el premio a la mejor ganadería del sureste francés. Allí se respeta este tipo de toro. Los aficionados franceses disfrutan con corridas que en Sevilla se llevarían las manos a la cabeza; es otro concepto sobre el toro”.

“El toro de Saltillo es único por la variedad de matices que encierra”, explica el ganadero. “Es un animal encastado que humilla y define mucho al torero que tiene delante porque le exige seguridad firmeza y colocación. Guerrita, Belmonte o Luis Miguel Dominguín no eran tontos, y cuando querían triunfar exigían toros de Saltillo. También es cierto que cuando un encaste no lidia se difumina con el paso del tiempo; por eso, este toro le debe tanto a Victorino Martín, el mejor ganadero de todos los tiempos, que ha mantenido encendida la llama de Saltillo”.

José Joaquín Moreno Silva ha cosechado triunfos importantes en Madrid, y el último protagonista fue el toro Asturdero, al que se le dio la vuelta al ruedo el 4 de junio de 2018; pero también los ha habido malos…

GANADERIA LOS MAÑOS

La ganadería pasta en las primeras estribaciones de los Pirineos, en las Altas Cinco Villas.

 El próximo domingo, 24 de abril, con tres toros en el desafío con la divisa de Saltillo, y el lunes 9 de mayo, una novillada en el segundo festejo de la Feria de San Isidro. «No nos dio tiempo a pensar sobre si era bueno o malo acudir dos tardes tan seguidas en Madrid. La oferta fue de la empresa, Florito vio lo que había en el campo, y dicho y hecho. Nos propusieron las dos fechas, y con tanta satisfacción como responsabilidad dijimos que adelante», explica el ganadero José Luis Marcuello.

Marcuello no se plantea las dificultades añadidas que puede acarrear ser ganadero en el norte de Aragón respecto a otras zonas como Andalucía o Salamanca, «yo sé lo que es ser ganadero aquí porque lamentablemente no tenemos casi festejos de muerte, habría que intentar retomar la tradición de muchos pueblos de dar becerradas y novilladas de las que salieron tantos y tantos toreros», y añade lo bueno de las denominadas clases prácticas de las escuelas taurinas, «todas las experiencias han sido positivas, nosotros hemos lidiado en algunas, dan mucho ambiente y sirven para que los chavales avancen».

Microinfarto cerebral aquejó al maestro Andrés Vázquez. Estable y en recuperación

El maestro zamorano Andrés Vázquez ha sufrido un microinfarto cerebral pero lo ha superado y se recupera.

Al parecer, este microinfarto fue algo momentáneo y pasajero, todo apunta a que sucedió debido a la falta de riego sanguíneo. Se le han realizado dos escáneres donde no se ha encontrado nada fuera de lo normal.

Qués un microinfarto cerebral ?

Cuando una persona sufre un infarto cerebral -por una hemorragia, obstrucción o compresión de un vaso sanguíneo- las células que quedan desprovistas de oxígeno pueden morir.

Dependiendo de la región cerebral afectada, la persona puede perder el habla, algún movimiento y sensibilidad del cuerpo, o tener dificultades para recordar. Esos son los efectos dramáticos de lo que también se conoce como derrame cerebral.

Pero hay otro tipo de accidente cerebrovascular cuyos efectos son menos evidentes y más difíciles de diagnosticar, pues no muestran síntomas inmediatos.

ANDRES VAZQUEZ Y SUS HISTORIAS

Conocido como » El Nono» o «El Samurai», el veterano espada contaba hace unos años : Tras fajarse en mil y una capeas, este admirador irredento de Domingo Ortega («cebollino y de campo, como yo») y atento receptor de las hazañas de Juan Belmonte («mi padre no se cansaba de hablarme de él. El gran revolucionario del toreo») llegó un buen día a la escuela que Saleri II dirigía en Madrid. «Me pasé toda la vida queriendo ser torero. Llegar a la escuela fue descubrir un mundo nuevo. Lo de ir rodando de pueblo en pueblo no es nada recomendable. Sobre todo, con aquellos toros que nada tienen que ver con los de ahora». Aquellos toros eran unos astados pregonados que dejaban una media de diez muertes al año. «Claro está que nadie hablaba de esos chavales», dice.

Con los recuerdos de toda una vida comprimidos en la memoria, Andrés Vázquez,torero de Villalpando, sostiene que Las Ventas es «La plaza de mis amores», . Aquí, tomó y confirmó la alternativa de un único lance una tarde de 1962. Con Gregorio Sánchez como padrino y Mondeño en funciones de testigo, el entonces novillero de 30 años obtuvo el doctorado. «Debuté con caballos, un año antes. La verdad es que fue tarde. La razón es que desde que salí de la escuela de Madrid con 18 años no me fueron muy bien las cosas», recuerda.

Tras fajarse en mil y una capeas, este admirador irredento de Domingo Ortega («cebollino y de campo, como yo») y atento receptor de las hazañas de Juan Belmonte («mi padre no se cansaba de hablarme de él. El gran revolucionario del toreo») llegó un buen día a la escuela que Saleri II dirigía en Madrid. «Me pasé toda la vida queriendo ser torero. Llegar a la escuela fue descubrir un mundo nuevo. Lo de ir rodando de pueblo en pueblo no es nada recomendable. Sobre todo, con aquellos toros que nada tienen que ver con los de ahora». Aquellos toros eran unos astados pregonados que dejaban una media de diez muertes al año. «Claro está que nadie hablaba de esos chavales», dice.

«Es difícil imaginar cuánto han cambiado las cosas. Para bien, puesto que ya no hay tanto derroche de sangre anónima y, lo más notable, para mal. Los toros de antes tenían peligro, movilidad y fiereza. Los de ahora ni se mueven. Por supuesto, hay excepciones. Ahí está Victorino. Lo peor es que este ganadero es eso: la excepción. Las figuras, por supuesto, ni se acercan a su ganado. La norma es lo otro. Cuando a un toro lo puede lidiar cualquiera es que algo está fallando. Puede sonar a lo de siempre, pero falta bravura y sensación de riesgo. Eso es lo peor que le puede pasar a la fiesta». Prueba de lo apenas referido son las cornadas que recorren su cuerpo. «De muy joven recibí una en la pierna izquierda que me seccionó la safena y de la que costó horrores recuperarme. Luego durante toda mi trayectoria, los toros me han dado bien. Raro era el año que conseguía cumplir los 35 o 40 contratos que tenía firmados. Siempre, allá por agosto, una rotura de huesos o una cornada grave me dejaba a medias».

En total, ha sido un cuarto de siglo de torero, cerca de 50 corridas en Las Ventas y 11 salidas a hombros («más tres de novillero», puntualiza) camino de la calle de Alcalá. Victorino, Márques de Domecq, Alonso Moreno o Urquijo son los nombre de las ganaderías que va citando como testigos de su triunfo. «Todo tiene sentido después de vivir un momento intenso. Por supuesto, está Madrid -inolvidable el festival por Parrita-, pero de quedarme con algo especial, imposible no citar una tarde que compartí con Antonio Ordóñez en Pamplona».

José Fuentes («torero también de Madrid», apunta Vázquez), Manolo Cortés («puro arte»), José Antonio Campuzano («un torero que ha sabido estar ahí»), Pepe Luis Vázquez («también de arte»), Rafael Camino («quizá ha optado por lo cómodo, pero cuando ha tenido que demostrar las cosas, lo ha hecho») y el novillero de Zamora Gustavo Martín («este es paisano y tiene mucho que decir») componen el cartel del festival que se llevará a cabo en Las Ventas a las 16.30 de la tarde. Las ganaderías que se lidiarán llevan los hierros de Alcurrucén, Las Ramblas, José Luis Pereda, José Miguel Arroyo Joselito, Río Grande y Sepúlveda.Toda la cultura que va contigo te espera aquí.

Centenario de don Antonio Bienvenida y la Obra del maestro Diego Ramos ( un majestuoso natural ) cedida por el pintor colombiano

Cartel confeccionado por Gráficas MT de Baeza con la obra cedida por el excelso pintor Diego Ramos y que él mismo la describe así: 


«Ese Natural, me parece de una gran seriedad y solemnidad. Color clásico, serio, puro. Mentón metido, pecho pa’lante. Pasándose el toro muy cerca de la faja, la manera de coger la muleta por el centro y llevando el estaquillador a la altura y ritmo , que le dictaba su corazón. Y le pedía cada toro. Creo que en ella se condesa y muestra claramente, rasgos muy Bienvenida, de seriedad, torería, pureza y limpieza. ¡Casi nada! Adjetivos y virtudes que desprenden ejemplaridad para los toreros de todo tiempo».

(Obra de Diego Ramos – Madrid 2009. Colección de Autor)

Dinastía Bienvenida blogspotMadrid, 4 de Abril de 2022 Ha sido en la Tertulia «La Giralda» del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida dondeMiguel Mejías «Bienvenida» ha abierto el portón para ese paseíllo imaginario que supone la conmemoración, a lo largo de esta temporada recién iniciada, del nacimiento de Antonio Mejías «Bienvenida» del que se cumplen cien años, y cuyo nombre figura inscrito en el gran libro de la tauromaquia y de la historia de España con letras de oro, habiendo sido valorado como el torero más fino, más puro y más clásico de cuantos han salido de la casa Bienvenida, de la gloriosa dinastía torera cuyo verdadero artífice Manuel Mejías «Papa Negro» constituyera el tronco vigoroso del que brotaron tan frondosos y ricos ramajes como como sus hermanos, Manolo, Rafael, Pepe, Juanito, Ángel Luis y de éste su hijo Miguel.

Directivos y socios de nuestra asociación bienvenidista programaron para este año de su Centenario una serie de actos y actividades en honor del diestro ‘buque insignia’ de la dinastía torera de Bienvenida, siendo el eje central los que se han de celebrar en la Sala ‘Antonio Bienvenida’ durante fechas de la Feria de San Isidro y la Feria de Otoño, además de actos de premiación de trofeos, premios culturales, o galardones honoríficos, que se irán anunciando así como coloquios y tertulias donde la memoria y huella de Antonio Bienvenida sea objeto de recuerdo y enaltecimiento como referente excepcional de la tauromaquia.

Miguel Mejías «Bienvenida» dirige la reunión de Círculo T. A. Dinastía Bienvenida.

Antonio Mejías Jiménez 

Biografía

Mejías Jiménez, Antonio. Antonio Bienvenida. Caracas (Venezuela), 25.VI.1922 – Madrid, 7.X.1975.

Nieto del banderillero Manuel Mejías Luján Bienvenida (1844-1908), hijo de Carmen Jiménez Álvarez y del famoso matador Manuel Mejías Rapela Bienvenida, conocido como el Papa Negro, sobrino del novillero y banderillero José Mejías Rapela y hermano de los también matadores Manuel, José, Rafael —que murió asesinado en Sevilla a los diecisiete años de edad, al poco tiempo de retirarse de los ruedos como novillero—, Ángel Luis y Juan Bienvenida. Todos los toreros de la familia han utilizado el apodo Bienvenida, por ser de esa localidad extremeña el fundador (y también sus hijos Manuel y José) de una de las estirpes de toreros fundamentales en el siglo xx.

Antonio Bienvenida nació en Caracas durante uno de los viajes del padre para torear en América. Bautizado en Sevilla, siempre se consideró de esa ciudad, aunque la familia se trasladó a Madrid en 1933 (al poco de morir Rafael) y fue en esta localidad donde probablemente más se le admiró y más trato de maestro indiscutible del toreo se le dio.

Como todos sus hermanos, también Antonio fue un diestro precoz. Formado como torero en su propia casa, de la mano de su padre y de sus hermanos mayores aprendió los dos aspectos fundamentales de la educación de un futuro torero: a torear de salón y el respeto a la liturgia de la fiesta. Toreó por primera vez a los ocho años; a los doce (en 1934) debutó en público en Zamora y, luego, en El Escorial, en esta ocasión en pantalón corto. Hizo su primer paseíllo en Sevilla en un festival, el 13 de junio, y le cortó las orejas y el rabo a un excelente novillo de Juan Belmonte.

Vistió por primera vez el traje de luces en Córdoba, el 3 de julio de 1937, acompañado por Paquito Casado; en Sevilla, junto a sus hermanos Manolo y Pepe, que lidiaron cuatro toros, toreó de luces en novillada sin picadores el 11 de julio, cortando cuatro orejas y dos rabos. Debutó con picadores en Cádiz el 26 de junio de 1938, alternando mano a mano con Pepe Luis Vázquez, sólo un par de meses antes de la muerte por enfermedad de su hermano Manolo. Se presentó en Madrid el 3 de agosto de 1939, junto a Joselito de la Cal y Gallito. El día 24 de ese mismo mes toreó de nuevo en Las Ventas, y de nuevo mano a mano con Pepe Luis Vázquez.

Todavía como novillero, hay tres tardes que son fundamentales en su trayectoria: en Sevilla, el 15 de junio de 1940, cuando toreando mano a mano con Eugenio Fernández Sánchez Angelete tuvo que lidiar cinco (y matar seis) por cogida de su compañero, cortando un total de seis trofeos; en esa misma plaza, el 3 de noviembre de 1940, la tarde en que realizó el llamado “quite de la escoba” (o del milagro, por lo muchísimo que templó y bajó las manos al torear por chicuelinas); y, finalmente, en Madrid, el 18 de septiembre de 1941, cuando hizo la faena al novillo Naranjito, al que le dio tres “pases cambiados” (suerte que se ejecuta con la muleta plegada, tras un quiebro con la pierna) que han pasado a la historia.

Respecto al quite “de la escoba”, Mira recoge una conversación con Bienvenida en que le explica cómo surgieron los lances: “De pronto, sin saber por qué, en un santiamén me acordé de que por la mañana había saludado a Chicuelo. Como una ráfaga también se me vino a la cabeza el temple de Belmonte.

A velocidad del rayo pensé: ¿se podrá templar y bajar las manos, al torear por chicuelinas? Te acordarás que eso fue lo que hice. Lo hice por tres veces. Al rematar quedé convencido de aquello, yo no era capaz de repetirlo igual. No me han vuelto a salir nunca como aquéllas. Creo honradamente que tenían razón los que dijeron que aquello fue un quite de milagro. Ese fue el día que, en aquel momento, comprendí lo que significa la frase de Juan Belmonte cuando dijo que el toreo es una fuerza del espíritu”.

Con el nombre adquirido en todos esos triunfos, Antonio Bienvenida se dispone a tomar la alternativa en Madrid el 5 de abril de 1942. Se anuncia mano a mano junto a su hermano Pepe (conocido en el mundo del toro como Pepote) con toros de Miura. Al rechazarse los toros, y al negarse los hermanos Bienvenida a torear animales de otra ganadería, los toreros fueron detenidos. La corrida se celebró, finalmente, el día 9, con cinco de los miuras que unos días antes habían sido rechazados. El toro del doctorado se llamó Rosquerito. El 2 de julio de ese mismo año de 1942, Antonio cortó dos orejas en Las Ventas, ratificándose como uno de los toreros predilectos de la afición madrileña. 

Su trayectoria sufrió un serio parón en Barcelona el 26 de julio de 1942, cuando el toro Buenacara, de Trespalacios, le hirió gravemente en el vientre. Formaban el cartel ese día Manuel Jiménez Chicuelo, Nicanor Villalta, Pepe Bienvenida, Manuel Rodríguez Sánchez Manolete, Pepe Luis Vázquez y Antonio Bienvenida, con doce toros, seis de Joaquín Buendía y seis de Jacinto Trespalacios, que se lidiaba a nombre de su hijo Ignacio Sánchez y Sánchez. El percance se produjo, precisamente, al hacer el pase cambiado, y fue de tal gravedad que a punto estuvo Bienvenida de perder la vida.

Regresó a los ruedos, y lo hizo con la misma maestría de siempre. No llegó nunca Antonio Bienvenida a ser un torero que mandase en la Fiesta, ni tampoco de torear muchas corridas por temporada, sino que su grandísimo prestigio estaba basado en su indudable calidad y torería. El 15 de mayo de 1947 resultó de nuevo cogido en la primera corrida de la recién inaugurada Feria de San Isidro, de Madrid, y en esa misma plaza alcanzó un gran éxito el 21 de septiembre de ese mismo año, al cortar cuatro orejas en la Corrida del Montepío de Toreros que toreó en solitario.

El 15 de noviembre de 1948 contrajo matrimonio en la iglesia de la Concepción de Madrid con Carmen Gutiérrez Balbi, de cuya unión nacieron cuatro hijos, ninguno de los cuales continuó la tradición taurina de la familia.

Don Antonio Bienvenida con el premio nobel de literatura Jacinto Benavente

No fue fácil la década de 1950 para Bienvenida.

Tras lograr un gran triunfo el 12 de octubre de 1952 en Las Ventas, ante una astifina corrida de la ganadería de Agustín Mendoza y Montero, conde de la corte, denunció públicamente (con el apoyo del periódico ABC y de su crítico taurino Antonio Díaz Cañabate) la generalización del fraude del afeitado.

Sobre este tema dice Abella: “La ‘guerra del afeitado’ no ha hecho sino comenzar, y Antonio Bienvenida, denunciado por los compañeros como insolidario, presenta su dimisión como presidente del Montepío, aunque se vuelve a presentar a las elecciones y gana.

Se le acusa de haberse promocionado a costa de los demás, y durante la temporada 1953 fue recibido con ovaciones por los públicos”.

Monumento al maestro Bienvenida en la explanada de la plaza de Las Ventas

Los años siguientes, de 1954 a 1957, fueron muy buenos para Bienvenida: en 1954 y 1955 se encerró en solitario con seis toros en Madrid (esta última temporada, además, rodó la película Tarde de toros, de Ladislao Vajda), si bien los siguientes fueron de grandes altibajos, pues a éxitos importantes le siguieron baches de relativo olvido. El 17 de mayo de 1958 sufrió un grave percance en el cuello en Madrid y el 16 de junio de 1960 se encerró con doce toros, en sesiones de tarde y noche, en Las Ventas. A la muerte del noveno, un problema muscular le impidió continuar la lidia de los restantes.

El resto de su trayectoria siguió en la misma línea: el 5 de septiembre de 1964 lidió en San Sebastián de los Reyes (Madrid) la que muchos consideran la mejor faena de su vida, y al comienzo de la temporada de 1966 se retiró en la plaza de Vista Alegre. Reapareció en el San Isidro de 1971, cortó cuatro orejas en Las Ventas el 30 de mayo, en un mano a mano que toreó con Andrés Vázquez, y se despidió definitivamente de los ruedos en Vista Alegre el 5 de octubre de 1974, alternando con Curro Romero y Rafael de Paula. Tras treinta y dos años de alternativa, Bienvenida había toreado ciento una corridas en Madrid (seis en solitario), había cortado cuarenta y dos orejas y había abierto once veces la puerta grande.

Falleció en Madrid el 7 de octubre de 1975, tres días después de que la vaca Conocida, de Amalia Pérez Tabernero, le voltease provocándole una irreparable lesión cervical. Los últimos pases de su vida, repletos de la misma notabilísima maestría y elegancia que desarrolló durante su carrera, los dio en la finca El Campillo, de El Escorial, la localidad madrileña en la que había toreado, entonces con pantalón corto, cuarenta y un años antes.

José Luis Ramón Carrión

Presentados los seis toros que lidiará Emilio de Justo el domingo de ramos en Madrid

Ya están expuestos los toros de las seis ganaderías que lidiará en solitario Emilio de Justo el domingo de ramos en Las Ventas.

LAS GANADERIAS

Victorino, Palha, Pallarés, Domingo Hernandez, Parladé

NOMBRES DE LOS TOROS

Almirante, Tesugo, Romano, Serenata, Duplicado y Estudioso:

Almirante, número 40, colorado, nacido en diciembre de 2016, de Domingo Hernández

Tesugo, número 930, negro de capa, nacido en septiembre de 2016, de Palha

Romano, número 32, cárdeno y nacido en diciembre de 2016, de Pallarés

Serenata, número 6, colorado, nacido en diciembre de 2016, de Parladé

Duplicado, número 145, burraco y nacido en marzo de 2017, de Victoriano del Río

Estudioso, número 68, cárdeno y nacido en diciembre de 2016, de Victorino Martín

No hay tacha por presentación y trapio

LA GANADERÍA DE PALLARÉS

Procede del lote que le correspondió en 1948 a doña María Gallardo Santos por división de la de su padre don Ramón Gallardo González. En 1949 fue adquirida por los señores Quintanilla Vázquez, que en 1950 adquirieron de don Joaquín Buendía un lote de vacas y un semental, así como otro lote de hembras de don Luis Ramos Paul, además de una punta de vacas de don Romualdo Arias de Reina. En 1960 fue adquirida por doña María Pallarés Redondo, que varió el hierro y la aumentó con reses de la de su marido don José Benítez Cubero. En 1980 se anunció esta ganadería a nombre de don José Benítez-Cubero Pallarés y en 1985 a nombre de Hermanos Benítez-Cubero Buendía y a partir de 1995 pasa a anunciarse “Pallarés”.

ENCASTE

Fue formado en 1905 por el Conde de Santa Coloma a partir de dos sangres de Vistahermosa, la de Saltillo y la de Ibarra.  

La ganadería de Saltillo, que pasaría en 1918 a don Félix Moreno Ardanuy, es origen de la mayoría de vacadas mexicanas y de otras como la de Albaserrada, en la que predominó esta sangre sobre la ibarreña. La ganadería de Ibarra se vendió en dos lotes, uno fue a manos de don Fernando Parladé y otro a Manuel Fernández Peña, a quien, un año después, compró el Conde de Santa Coloma. Con esta sangre nacieron ganaderías como las de Coquilla (1916) y la de Graciliano Pérez-Tabernero (1924).

El Conde de Santa Coloma llevó las dos sangres por separado y, al tiempo, mantuvo una línea en la que se cruzaron ambas procedencias. Mientras los toros de origen Ibarra, con mayoría de pelos negros, son más hondos, con más morrillo y más suaves en las embestidas, los de Saltillo son de pelos cárdenos, degollados de papada, más finos de cabos y más temperamentales. La mezcla de ambas sangres dio origen a uno de los grandes encastes del siglo veinte, que fue depurado por la familia Buendía al comprar en 1932 toda la vacada de Santa Coloma y el hierro original.

Las características de este tipo de ejemplares, en su derivación Buendía, hacen muy difícil su presencia en corridas de toros para plazas de primera si se quiere mantener el tipo original. Durante el siglo pasado, los “santacolomas” fueron pieza importante de los grandes triunfos, como los conseguidos por Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, José María Manzanares o “Paquirri”.

El Victorino escogido para el domingo de ramos

UN POCO DE HISTORIA DE LOS VICTORINOS

El Conde de Santa Coloma, probablemente en compañía de su hermano el Marqués de Albaserrada, compra la mitad de la ganadería de Eduardo Ibarra, puro origen Vistahermosa. Pero pronto incorporan vacas y sementales del Marqués de Saltillo, también de origen puro Vistahermosa, y paulatinamente se deshacen, mediante la venta, de las madres de origen ibarreño. Estas ventas se realizan a Félix Suárez, Coquilla y Graciliano Pérez Tabernero.

José Bueno Catón, un tratante de cochinos de Valladolid, compra la ganadería a la Marquesa de Albaserrada. Tiene varias fincas en Cáceres y una en Galapagar. Ya posee ganado bravo de Saltillo pero compra el de Albaserrada porque dicho encaste le gusta especialmente. Traslada la ganadería a pie hasta Extremadura. Muere en 1.928 y la ganadería se divide en dos grandes ramas.

Los Hermanos Escudero, Roque y Bernardo, sobrinos de José Bueno, trasladan su mitad de la ganadería a la finca «El Cerrillo», en Galapagar y continúan con la buena fama de la ganadería. Durante la Guerra Civil la ganadería está a punto de desaparecer «devorada» por las tropas republicanas, que la reclaman como sustento. Bernardo, a riesgo de su vida, consigue salvarla. La ganadería adquiere tal fama que el propio Marcial Lalanda compra una punta de reses. En un tentadero en la sierra, ve Victorino por primera vez, acompañado de su hermano Adolfo, el juego de las vacas cárdenas. En 1941 el Duque de Pinohermoso, propietario de reses Parladé, compra esta ganadería. Debuta en Barcelona y a uno de sus toros le dan la vuelta al ruedo. Pero el Duque cruza ambas líneas y la ganadería se estropea hasta desaparecer. La otra mitad de la ganadería de José Bueno, que se había quedado su viuda, Juliana Calvo, permanece en Extremadura. Se lidiará a su nombre hasta el momento de su muerte, en 1.941, aunque el peso de la ganadería lo lleve su sobrino Antonio. La ganadería se convierte en una de las favoritas de las figuras como Manolete y la casa Dominguín, entre otros.

Los hermanos Victorino y Adolfo Martín compran a Florentina Escudero su parte de la ganadería. Fue el 18 de agosto cuando los hermanos Martín, que iban a comprar cinco bueyes y tres caballos, reciben la oferta de comprar 150 reses. Discuten el asunto y deciden aceptar. Se hacen por 1.060.000 pesetas con una tercera parte del hierro de Albaserrada, el derecho a lidiar con el nombre de Escudero Calvo Hermanos (que mantendrían hasta el año 1.965) y el subarriendo de la finca «La Nava». La primera novillada tiene lugar en Zaragoza el 30 de abril de 1.961; aunque no fue muy afortunada. El 27 de agosto del mismo año lidian la corrida de toros de inauguración de la plaza de San Sebastián de los Reyes; en el cartel: Antonio Bienvenida, Antoñete y Curro Montes. Los toros salen extraordinarios.

El domingo de resurrección Emilio de Justo estará en solitario en Las Ventas con diversos encastes. El toro de Victoriano del Río abre la portada y el segundo es de Palha. ( Las astas de ambos toros están enfundadas . No sean mal pensados, que no están «corregidas » )

HISTORIA BREVE DE LA GANADERIA DE VICTORIANO DEL RIO

La ganadería obtuvo su antigüedad tras lidiar una corrida completa en la Plaza de toros de Madrid por primera vez el 12 de julio de 1942. Las reses de este hierro lucen divisa en color negro y amarillo y poseen una muesca en ambas orejas, como señal. Encaste: Juan Pedro Domecq (Juan Pedro Do…Sede: «El Palomar» (Guadalix de la Sierra, Esp…Personas clave: Victoriano del Río Cortés …Fundación: 12 de julio de 1942 (antigüedad)

Toro de Palha, ganadería con historia desde mediados del siglo XIX

HISTORIA DE PALHA

Formada hacia 1848 por D.Antonio José Pereira Palha, por una amalgama de procedencias ( reses de origen portugués, Miura, Concha y sierra y Tres Palacios) en 1875 la cede a su hijo José, fraguandose poco tiempo después  el apelativo por el que serían conocidos ( los Miuras portugueses) debido a su pujanza y fiereza en la lidia.

En 1937 heredaron la ganadería sus nietos : Francisco y Carlos Van Zeller Palha, que cambian por completo el encaste, comprando vacas de Pinto Barreiros y sementales de Juan Belmonte y Domingo Ortega ( todo puro de Fernando Parladé) posteriormente la aumentan con un lote de vacas y dos sementales de Isaías y Tulio Vazquez ( Pedrajas).

En 1980 se hacen cargo de la vacada los sobrinos: Van Zeller Palha y Folque de Mendoza, adquieren reses de Olivera irmaos y tres sementales de Torrealta, posteriormente hacen la adquisición más importante para el futuro de esta mítica ganadería de Palha, comprando un lote de vacas y 3 sementales de Baltasar Ibán .

Aunque todavía hay una línea ( totalmente minoritaria) formada por reses de las antiguas líneas Parladeñas, refrescadas con los sementales de Torrealta, hoy día Joao Folque ya a apostado claramente por la rama de Baltasar Ibán con un goterón de lo de Oliveira, y los bueno resultados de esta línea no se han hecho esperar, como demostró Asustado recientemente en las ventas ( tomando 3 puyazos con derribo incluido), pero de entre todos los toros importantes de Palha hay dos que destacan claramente Rachido y Fusilito, este último el toro más bravo de la temporada 2014 en las ventas, y era de la línea de Baltasar Ibán, precioso de hechuras, fué bravo, fiero y con poder, exactamente las cualidades que han dado fama a los toros de esta mítica ganadería portuguesa de Palha.

EL TORO DE GARCIGRANDE

Toro de Domingo Hernández

DOMINGO HERNÁNDEZ

De Pozas de Hinojo (SALAMANCA)

Divisa – Azul,  encarnada y verde

Señal – Hoja de higuera en ambas.

Antigüedad – Sin Antigüedad

Procedencia – D. Juan Pedro Domecq Solís

Historia – En 1924 don Rafael Lamamié de Clairac adquiere para su hijo don Leopoldo el hierro y la cuarta parte en que se divide tras la muerte de don Luis Gamero Cívico, la ganadería que éste había adquirido a don Fernando Parladé. En 1992, don Antonio Peláez Lamamié de Clairac vende exclusivamente los derechos del hierro a don Domingo Hernández y éste le agrega las reses de su ganadería que pertenecían a doña Amelia Pérez-Tabernero y don Domingo Ortega, con sementales de “Garcigrande”, procedencia de don Juan Pedro Domecq.

Y HACE POCOS MINTOS SE PRESENTÓ EL TORO DE PARLADÉ

GANADERIA DE PARLADÉ

Don Eduardo Ibarra adquirió en 1884 la mitad de la ganadería de doña Dolores Monje, viuda de Murube. En 1904, despues de sucesivas ventas parciales, fue adquirida una parte por el Conde de Santa Coloma y otra por don Fernando Parladé. En 1914, el señor Parladé, tras vender asimismo parte de la ganadería en varios lotes, la vendió a don Luis Gamero Cívico y al fallecimiento de éste, en 1921 se hicieron cuatro lotes para don Luis, don Manuel, don José y doña Juana, los cuales, en 1925 vendieron cada uno de ellos sus porciones siendo adquiridas dos de ellas por don Ernesto y don Manuel Blanco. En 1934 la adquirieron don Clemente Tassara y don Domingo Ortega, sufriendo una importante reducción en 1980. En 1986 es adquirida por don Domingo Hernández, que posteriormente la vendió a la Sociedade Agropecuaria Do Río, incorporando dicha sociedad a las reses existentes un lote de don Juan Pedro Domecq, buscando que fueran animales sin cruce Veragueño por lo que puede decirse que sigue siendo pura Vistahermosa-Parladé.

ENCASTE

El fundador de esta estirpe de ganaderos, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, compró a principios de 1930 la ganadería del Duque de Veragua a Manuel Martín Alonso, quien se había hecho con el hierro ducal dos años antes. Juan Pedro hizo caso de las recomendaciones que le dio el también ganadero Ramón Mora Figueroa y entre 1930 y 1931 adquirió al Conde de la Corte cuatro sementales, Llorón, Carabello, Chucero y Bodeguero, así como dos puntas de vacas. Tras el fallecimiento del fundador, en 1937, se encargó de la ganadería su hijo, Juan Pedro Domecq y Díez, quien añadió reses de Mora Figueroa, con sangre Conde de la Corte y García Pedrajas, ambas de origen Parladé. Todos los especialistas consideran que el señor Domecq Díez consiguió crear un encaste propio, depurando y mejorando el concepto de bravura. Los toros de este encaste suelen ser bajos de agujas, finos de piel y de proporciones armoniosas. Las encornaduras tienen un desarrollo medio, pudiendo crecer en forma de gancho o gatillo (engatillados). El cuello es largo y descolgado, el morrillo bien desarrollado y no tanto la papada. Los pelos predominantes son negros, colorados, castaños y tostados. Pueden aparecer los jaboneros y ensabanados por la influencia de la casta vazqueña. En cuanto al comportamiento, este encaste conserva la cualidad de ir a más. Se arranca pronto y lo hace galopando, con alegría y fijeza en los trastos de torear.

El extremeño lidiará estas ganaderas

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Victoriano del Río

🔹

Victorino Martín

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Domingo Hernández

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Pallarés

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Parladé

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Palha

Los prohibicionistas cabalgan

Prohibir parece ser la conducta de compatriotas que para desgracia de los taurinos tienen un efímero poder ( no estarán toda la vida en sus escaños ). Y creen esos » bien pensantes» que la tauromaquia es el demonio, que hay que conjurar la tauromaquia, exorcizar, dirán, y no faltarán los animalistas que lancen sus voces en ese aquelarre : ya se les acaba, tienen los días contados. Vamos a ver. Todavía no nos han dado la estocada.

No solo quieren acabar la legalidad de la tauromaquia ( siempre habrá un hombre o una mujer que a la luz de la luna (como nos cuenta Chaves Nogales en ese magnífico fresco que es la biografía novelada de Belmonte) ejecute a campo abierto unos muletazos a una vaquilla, a un becerro, a novillo o a un toro.

A lo largo de la historia hemos conocido los autoritarismos, las prohibiciones, las exclusiones ( los negros que no podían abordar los buses de blancos en los Estados Unidos, el apartheid de Suráfrica , los ritos católicos en países del África, los ritos de los judíos en tiempos de los nazis). Por citar.

Serie de fotos de pasaporte de Ana Frank del año 1939Colección Anne Frank Stichting

De a poco, los judíos son excluidos, después la ocupación nazi en los Países Bajos. A partir de 1941, aparecen, por todos lados, carteles en lugares públicos con el texto: Prohibido para judíos.‘Los judíos deben llevar la Estrella de David; los judíos deben entregar sus bicicletas; A los judíos no les está permitido viajar en tranvía; los judíos no pueden conducir coches; los judíos solo pueden realizar sus compras entre las tres y cinco de la tarde, únicamente en las tiendas “judías”, identificadas como “Local judío”.’Ana Frank, 20 de junio de 1942

El toreo, hace mas de 10 siglos se ha intentado o han conseguido prohibirlo ( Papa, reyes, alcaldes, presidentes, Acuerdos ) y seguimos cabalgando, mal que les pese a los radicales animalistas de nuevo cuño.

En este portal he puesto la nota de dos proyectos de ley que cursan en la plenaria de la Cámara prohibiendo las corridas en Colombia . Están las dos iniciativas en quinto y sexto lugar de discusión para el martes 29.

En el programa de uno de los candidatos, los toros no van mas :

Y !!por si faltara !!! Un concejal de la población de Madrid presentó un proyecto de Acuerdo para prohibir los tres tercios de la corrida en su jurisdicción lo que evidentemente nos cierra las puertas para el toreo en Puente Piedra si es que la propuesta es acogida.


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